Algo real

He conocido un amor tan grande, que el pecho me arde y rebosan arcoiris de colores todas las arterias. 

Así es

Todo encuentra su fin, incluso hasta el principio

Porque la vida me enseñó

Que lo que no te pertenece, se va.

Lo que no tiene que ser, no es. 

Que luchar a veces no siempre tiene sentido.

Que los amigos se cultivan. 

Que las personas cambian, crecen y avanzan. 

Que los traumas son cadenas que pesan si no sabes soltarlas.

Que no todo es ni tan malo, ni tan bueno. 

Que todo lo que brilla no es oro, y que a veces hay que limpiar el barro.

Que el mal amor nunca se parecerá ni en la sombra a lo que es amar de verdad.

Que los que mejores parecen, a veces ocultan un fondo tan oscuro que no pueden ni escapar de él.

Que la verdad siempre prevalece.

Que el dolor te destroza, y te aseguro que esas cicatrices se quedan marcadas de por vida en el corazón y en la piel.

Que la vida es muy larga, y de todo puedes aprender si abres los ojos.

Porque la vida me enseñó; que me lleve conmigo los ratitos del corazón pleno, y que siempre me elija a mí, porque nadie lo hará por mí. 

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Me pregunto que clase de amor es ese en el que te dejan durmiendo sola.

Así es

Me voy conociendo tanto... 

Es curioso como puede llegar a cambiar una persona. 

Hay muchas cosas a las que siempre estuve anclada porque no sabía cómo perdonarme a mí misma el haberme permitido ser así, o dejar que me hicieran tanto daño. 

De una forma objetiva y lejana observo mi carácter y mi actitud frente a muchas cosas. 

Es cierto que después de probablemente 2 años perdida, esté volviendo a ser yo, pero de una forma más arraigada. Me estoy construyendo tan poco a poco y de una forma tan robusta...

Hay muchas cosas que echo de menos, muchísimas, incluso después de mucho tiempo hay recuerdo que aún me sacan lágrimas.

Sin embargo, a quién más echo de menos es a mí, y esta vez, nadie me va a frenar. 

la bomba

De nada vale sentirnos tanto y ser tan poco.

 Me rompiste el alma, y aún así intenté no desgarrarte la vida. 

Las cosas pasan, y hay que saber ver cómo se hunden en el pozo, ver cómo se ahogan. Eso somos, seres humanos ahogados en la dura inocencia, en el miedo, en el camino que tememos a seguir.

Eso somos los que cogemos el camino difícil, porque el resto nos parecen demasiados sencillos y viviríamos esperando el oscuro anochecer que alimenta a los demonios. 

Eso somos a los que se nos parte el alma... Eso somos a los que nos duele la voz de callar lo que por dentro retumba...

Eso somos, un mar de sombras que nos atormenta más ,que el futuro incierto que no nos atrevemos a vivir. 

Personas cerradas, prisioneras de ellas mismas. De otra época, de otro momento, de otra era.

Reales, rotos en el hoy, acostumbrados en el ayer y probablemente felices en el futuro ,gozando de lo esencial que los demás nos saben apreciar. 

Hay personas, y luego hay humanos. 

Hay personas

Hay personas que tan solo en sí mismas ya son herida. Hay personas que no hacen más que padecer de verborrea paulatina afectiva. El camino de la vida es tan curioso a veces... Cómo aparta de ti lo insano, e intenta redirigirte hacia algo de felicidad. 

Me he dado cuenta de que la vida es repetitiva hasta decir basta, tempestad, calma, tempestad, recuerdos, futuro incierto, dolores, plenitud, dolores y plenitud. 

Así funciona. 

Pero un día, una mañana, llega la calma, y ya nada duele, nada hiere, no hay costra, sólo hay una nueva cicatriz que lucir con orgullo, y seguir adelante.