domingo, 1 de junio de 2014

" yo también tenía miedo, pero me daba igual"

No es justo, nada justo, que me robes las noches. Nunca entiendo lo que pasa después de que se apaga el sol. No es justo que no pueda aislarte, retenerte en una celda con todos tus recuerdos latentes. La luz de tus ojos puede con toda mi fuerza. Cuántas veces intenté convencerme de que ya no existías? De que no quedaba nada en ti que pudiera revivirme en estas charlas. Cuántas veces habré dado la espalda a tu rostro por no desmoronarme?

No es justo que estés por algún lugar buscando medias, o posando tus labios en algún cristal para que su líquido te nuble la luz de las farolas.

Las olas del mar vagabundean las orillas arrastrando consigo la brisa que se enrreda en ellas. Cómo van a evitarlo?

Enrredar las uñas que no tengo en las comisuras de tu pelo. En las puntas de tu boca lamer la miel que tengas. En el frente de tu pecho, recostar el dolor que quede. Morirme por verte, y odiarte por respirar.

No es justo que no pueda evitar reescribir una y otra vez una carta que nunca te llegó. Una carta, dónde la tinta repasa la mina del lápiz.

Levantantarme con una camiseta tuya, y que lo primero que vea sea tu cara descansar.

No es nada justo que siempre encuentre escusas para levantarme y para repetirte que te quiero. 

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