Qué precavido es el tiempo.
Incluso a veces, hasta hay amaneceres más oscuros que los atardeceres.
No es tu ausencia, ni tu falta, ni absolutamente nada que te anhele es un problema. La realidad de lo poco que me dueles se basa en...
" dijiste que te mirara a los ojos y te dijera lo que veo, bien. Y tú, que ves cuando me miras?"
Se basa en nada, porque ninguna de esas palabras es cierta.. Simplemente, no quiero escuchar tu nombre.
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