martes, 24 de enero de 2017

Una ungleta

Se me rompía la voz, y llegaste para poder cuando yo no.

Se me caían las ganas, y viniste para descubrirme lo que era el cariño.

Se me acababa el camino, y decidiste llevarme a tu cama para parar el tiempo.

Se me perdía la mirada en las nubes, y me cerraste los ojos para besar mi cuello.
Creía que podía con todo, porque soy fuerte, y encontraste la debilidad de mi ser para cuidarla.

Me encantaba perderme en los árboles, y creaste un bosque sin fin para que me fuera imposible no respirar.

Me diste abrazos tan fuertes que me dolían en el pecho.

Me mirabas, una, dos, tres veces en un minuto, te pasabas la mano por el pelo, cerrabas los ojos, y al abrirlos sonreías porque seguía delante de ti.

Llegaste para enfadarte porque mientras andaba a tu lado, ponías tu mano al lado de la mía, y yo no si quiera me daba  cuenta de que querías que me entrelazara contigo.

Llegaste para ponerte nervioso cada vez que me ocurre algo y corres a curarme.

Llegaste para abrazarme nada más despertarte.

Llegaste para entender por qué me gusta dormir dando la espalda.

Llegaste y no te quieres ir nunca.

Tal sueño de una tarde

Se oía una canción de fondo. Apoyada sobre el, descansé en su hombro, y me di cuenta de que estaba hecho a mi medida. Él cantaba en mi oído la letra de la canción que se escuchaba, a lo lejos.

Mis pensamientos no existían, sólo se desbordaban por acantilados, y volvían a subir, para volver a bajar. Por lo que no había claridad.

Sin embargo, estaba en paz.

Después de mucho tiempo, encontré la tranquilidad en un hombro, y descansé.
Disfruté de ese momento. De su voz, de su olor, de su tacto, de su piel... De sus besos malditos, embrujados, que no me dejaban pensar, solo reaccionaba mi cuerpo sin control.

Y después me fui.

Pero cada vez que lo recuerdo, vuelvo a perderme sin medida, en sus ojos de tierra y árboles.

Y no volví.

Pero mi momento de paz, perdurará. Porque aún lo siento, vivaz, ardiente, cantándome  al oído....

" No te pude retener, entre tanta multitud, tu cuerpo quería más vivir, y yo vivir en ti, sin más"

Y me encontré.