Ver lo oculto del mar en tus ojos
Y así hallar el botín que necesitaba el último navío cuyo fin fue el naufragio.
En el roce con tu piel notar la anguila eléctrica que quiere apoderarse de su presa. Sentir los voltios retumbando y emergiendo de cada poro. Notar cómo sube la temperatura al igual que la de un guepardo antes de llegar al metro 217 a 114km/h y parar por sobrevivir.
Fuiste todo aquello que inventé en algún sueño. Todo aquello que nunca soñé y de lo que siempre me quise esconder.
Dulces labios salados, qué escondes? Qué se me escapa de tu cálida piel? Qué se me pierde en tus venas? Mi cura quizás? O encontraré mi tornillo?
Ya estaba acabada con el principio. Lo que empieza con agua salada, acaba con ella también.
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