No es que piense constantemente en el futuro, pero día tras día voy aprendiendo sencillas cosas que desconocía.
A causa de mi niñez " extraña" , que no por ello diferente a lo que la gente ha vivido, me doy cuenta de que espero el mañana perfecto. Primer error. No es que intente calcularlo todo, simplemente a limitarlo por el echo de que espero que mis " descendientes" tengan la mejor vida posible. Otro error. Desearle lo mejor a algo inexistente que nadie sabe si llegará es lo más estúpido que he podido pensar.
Por último, y sin vaciles, pienso no tener el valor suficiente para superar los saltos de la vida, aunque, sé que obviamente, saldré adelante victoriosa con el indiscutible trofeo del aprendizaje y la experiencia.
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