Me desperté tranquila y calmada. Realicé actos cotidianos, como siempre.
Pasaron las horas , y tarde recordé que tuve un sueño. Tenía una imagen en mente, unas manos entrelazadas. Eran tus manos...
Sólo podían haber sido tus manos. Parecía tan real... Que hasta me permití recordar el momento en el que ese sueño, fue verdad.
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