Me duele el corazón. Terco e infame trozo de órgano vital que no hace más que doler... Doler por amor. Un amor que no se acaba pero si se marchita. Un amor infectado, gastado y malhecho que no encuentra las buenas caras.
Me duele el corazón, cuando se acelera y me entrecorta la respiración... Porque ya no es por placer, si no por angustia.
Me duele el hamor.
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