Vaya sorpresa. Mis ideales, mis luchas, y las hazañas y desgracias de mi pasado, de las que tanto había aprendido, se han caído.
Se han caído, con un estruendo insoportable. No sé si realmente, antes me equivocaba, o ahora esté errando más que nunca. Pero tengo más ganas de luchar, que de rendirme, y por algo será.
No esperaba perdonar, lo que jamás perdonaría.
Luchar, por lo que anteriormente habría tirado, sin mirar atrás.
Aguantar, irritarme, perderme, y encontrarme, una y otra vez, con tal de no rendirme.
Me han destrozado, y me han reconstruido.
El amor, por desdicha o suerte, me ha encontrado, y me ha arrebatado todos mis ideales, con tal de que no lo abandone.
Vaya sorpresa, has dado en la diana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario