jueves, 30 de enero de 2020

Me tuve que ir

Tuve que romperlo todo. Tuve que arder, tuve que explotar, tuve que apartar, tuve que soltar, que dejar de nadar. 

Tuve que parar, ver todo lo que había hecho conmigo misma... Tuve que romper hasta mi forma de ser. 

Tuve que perder la calma y la felicidad. 

Tuve que tumbarme en el charco que yo misma había provocado, y llena de barro, mirar al cielo. 

Crecí a ostias, y luego me las tuve que dar yo a mí misma. 

Se apago la luz y sólo veo el túnel negro. 

Ahora hay cenizas, muchas. Olor a humo. 

Me tuve que alejar de todo y de todos. 

Dame tiempo, me volveré a levantar, y sí no encuentro la luz, brillaré yo. 

He perdido todo, el rumbo, el camino, el corazón, la cabeza... Pero algo está naciendo, y no se va a frenar. 

Dame tiempo, que algo se está construyendo dentro de mí. 

Sólo toca, volver a empezar. 

jueves, 9 de enero de 2020

qué bonito eso de saber expresarse..

El tiempo es algo efímero, algo que rehúsa de la pérdida, que no va a volver, y mucho menos entender por qué a veces se detiene, y otras veces huye fugaz. 
Sin embargo, ahí está, es tuyo, y es un don que se nos otorga para acumular tanto lo bueno, como lo malo, siempre de forma optimista y avanzando...
No detengas tus pasos, no infravalores tu existencia. 
Aunque suene tópico, no pierdas tu tiempo con quién no te quiere, con quién no está preparado, o con quién no sabe añadirle el valor a los ratos juntos. 
Aprovéchalo en convertirte en tus sueños, y no te frenes, que para no alacanzar tus metas, ya has desaprovechado suficiente vida.