Has llegado a ese punto

en el que no es que no quieras perder, sino que no puedes perder a esa persona . . 
crees que te da la vida . . . pero no sabes bien, el daño que te puede causar.
No todo vale la pena. 
El juego y el amor , no se diferencian en tantas cosas como para que nos demos cuenta de todos los fallos a los que , ese sendero, no puede llevar. Y lo peor de todo . . es que no habremos dejado guiar . .  y después diremos . . " es que lo sabía" .  . . cuándo lo supiste? Cuándo estabas susurrando su nombre entre ronquido y ronquido? o Cuándo le estaba abrazando diciéndole, " te quiero"? 

Después no quedará más que un collage, de todos esas cosas que te llevaron a ser como eres, y a estar donde estas.