domingo, 29 de abril de 2012

título

Un latir que no se calma ni con el mayor de los tés aromáticos , un vivir, unas ansías que no tiene ni si quiera un animo recto, que con un nombre de un ser normal ,y especial ante buenos ojos, no llegará más allá de la tumba. 
Un furor de algún remoto país escondido entre rejas y ojos al cielo , mirando nubes inmensas de lágrimas más vivas que la sangre caliente. 
Una parte de nosotros siempre parte con cada viento de poniente, queriendo buscar horizontes hambrientos de luz y calor.
Miramos al mundo queriendo que nos den señales. 
Inquietos por no tener la certeza de que al final podrás con todo. 
Buscamos en que  creer y yo creo en "poder, sin saber si llegaré".

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