Subiste muy alto, y yo me quedé en algo intermedio, entre un fondo rojo, y un reflejo azul. No pude elegir,
y quise avanzar sin meditar sobre las posibles reacciones de tu ser. . al ver que decidí quedarme, pisando hojas secas y bailando en los charcos, a subir en tu cuatro ruedas y acabar rodando entre sábanas con tus huellas.
Son lecciones de vida, decisiones que fui tomando, mientras veía que tus brazos no sólo querían rodear mi cuerpo.
No me importaba, me enseñabas a ser fuerte, a aguantar con la cabeza en alto.
Pero ahora ,te digo, que me devuelvas mis alas, porque no son para ti,
abusaste de ellas... son ligeras y bonitas... pero no sabes lucirlas.
Y por muy grande que sean, no te dejes engañar, con tanto ego no consiguen aguantar tanto tiempo en el aire.
Así que gracias por el paseo, es más , gracias por esos momentos tan teatralices, como efímeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario