Realmente estoy pasando por unos estados un tanto extraños. Mi cabeza creo que esta bailando un remix de canciones que mis sentimientos escuchan y reaccionan, a saco. No es algo que sea fácil de llevar, y se hace más difícil cuando en cada vez en menos tiempo he de partir.
En estos días tan pasados por agua, y muucho sueño.. Me pregunto dónde estará mi luz. La luz de mi faro. Algún faro tendrá que haber en este mar de emciones donde se estampan unas con otras, revoloteando y ahogándose.
Me pregunto si lo podría hallar sobre la Colina Sin Nombre.. Un lugar alto , y sobre todo, alejado de toda la contaminación lúminica de las casas ... Pero creo que no sería un buen lugar para un faro.. Muy alto, muy frío. Mi faro debe de estar en un lugar donde sea fácil guiarme... Quizás justo en medio del mar, en una de las islas más pequeñas que se hayan visto.. O puede ser que realmente esté debajo del mar.. Me encanta bucear.. Aunque mi madre se enfade cada vez que lo haga porque dice que debería estar haciendo las tareas en vez de andar desapareciendo ( o ensordeciendo sus gritos, mejor dicho)
Aún así, y todo, me voy.. Me voy sin faro y sin mochila. Sin luz en las tinieblas del olvido más cercano y más profundo, para que cuando emerja, sea más fuerte y más roca, más sensible... Y quizás habiendo aprendido que nadie debería dejar de intentar entender por qué el faro pretende quitarle luz a las estrellas.
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