Me pesa el alma, y si no me expreso puedo empezar a romperme por dentro.
Me río al ver mi cabeza intentando comportarse bien, y mi corazón descarado sin medida, convirtiéndose en un niño cada vez que le miran con brillo.
No tengo dedos para contar todos mis sueños, pero sí para notar la ausencia de cuando agarraba tu pelo, esa quema.
Loco corazón que quiere tanto y pierde más.
Perdóname por no saber hacerlo mejor, y lo peor, haberlo intentado.
Tengo luchas que pierdo a la primera piedra, y otras acabadas, en las que sigo luchando contra mi sombra.
Me miro al espejo, y veo todas aquellas caras que me miraron con dolor un día. Y cada trozito de amor roto se me clava como agujas de cristal.
Solo hace falta un dolor muy grande, para vuelvan todos los demás.
Y me pregunto, en qué momento me abandoné? En qué momento pensé que el camino fácil era el mejor?
Ya basta de luchar más por recuperar que por mantener.
Cuánto tiempo hace que no me sentía tan abatida? Tan desolada y dolida? Cualquiera lo diría.. El corazón está enfermo.
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