miércoles, 4 de noviembre de 2015

Hay ciertas palabras, que la mirada desmiente.

La vida me esta enseñando ciertas cosas que supongo que en realidad llevaba tiempo queriendo decirme, solo que mi madurez aún no se permitía crecer. Y ahora que considero que yo misma, mi entorno y mi perspectiva han dado un vuelco, se ha dedicado a enseñarme unas cosas preciosas.

Cosas tan sumamente frágiles como los sentimientos que no se ven, y el futuro que no se espera.

La semana pasada, jamás imaginé que estos días fueran a ser como han sido, y es que, no he visto el mal en ninguna parte. No sé si es porque estoy intentando hacer las cosas bien, o porque me he perdonado a mi misma, pero la vida me está empujando a mejorar.
Ciertas personas que consideraba ya en mi pasado, y pocas veces creí verlas en mi presente, han vuelto. Y han vuelto con bondad, y con una sonrisa de amistad. Han vuelto a la vez, casi como si se hubieran puesto de acuerdo, la verdad, ha sido sorprendente y muy gratificante el volver a saber de todos ellos, incluso volver a reír a su lado y saborear ese cariño mutuo que queda.
Aún no sé muy bien desde que perspectiva enfocar estos acontecimientos, pero supongo que me quedo con algo significativo, y es que... Cuando una persona te quiere, y a la que quieres, ese amor varía, pueden pasar años como ha sido el caso, pero realmente, nunca se pierde. Nunca se pierde del todo a alguien con quién has compartido emociones, sentimientos y momentos importantes.

Estoy relajada y calmada, y tengo la vista despejada. Ha llegado el momento de marcar un nuevo rumbo, y desde luego no voy a llevar conmigo a aquellas personas que solo están para estorbar, para rezagarme, incluso son personas con las que puedo tener una conversación divertida, pero ya basta de equiovacarme en cuanto a esto.

En la carrera de tu vida, sabes y eliges tú equipo, y hay muchas personas que entran a tu vida , y se van, dejando huecos, espacios en blanco, pero muy pocos son aquellos que realmente dejan ausencia. Y ese tipo de personas son por las que estoy dispuesta a luchar, no por todas estas que hablan más que piensan, o incluso intentan aparentar ser cosas que no son, que te dan la mano cuando saben que después de eso te podrán agarrar el brazo... Aquellas que sencillamente estan por estar. Y no, no funciona así, no necesitamos vivir rodeados de todo el mundo, necesitamos marcar cimientos en aquellos que nos ayudan y debemos ayudar, a aquellos que sin tener la misma sangre, son hermanos.

Hay que hacer limpieza. Incluso alguien ahora mismo puede estar limpiándonos de su vida. Nosotros limpiaremos a otras, y nos equivocaremos, regresarán y nos seguirán haciendo felices, y guardaremos sitio para aquellas que pensamos que volverán,hasta lucharemos para que vuelvan, insistiremos y ....no, su ausencia perdurará... De errores se aprende.
Pero aún así, no necesito dedos que juzgan, señalan, critican y abandonan por conveniencia, y quizás haya cierto cariño de ciertas personas que tampoco considero que deba ser para mi. No voy a cerrar puertas, porque quizás hasta yo misma juzgue mal, pero desde luego, mi confianza solo será depositada en aquellos que aunque me fallen mañana, estuvieron aquí hoy.

Y eso me ha enseñado la vida, que nunca se pierde entero a alguien que se guarda en el corazón, y que tenemos muchos trastos de personas conocidas, que no debemos confundir con amistades.

Ensuciar la vida con personas, fuera de que se equivoquen o no, que no intentan ser mejores, no saben pedir perdón, no saben ayudar, y que cuando hacen algo que crees que es por ayudar  en realidad es por propio beneficio... Nanai de la china.

Mi gente es mi equipo, y en nuestro equipo ya sabes como somos.

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