La vida me esta enseñando ciertas cosas que supongo que en realidad llevaba tiempo queriendo decirme, solo que mi madurez aún no se permitía crecer. Y ahora que considero que yo misma, mi entorno y mi perspectiva han dado un vuelco, se ha dedicado a enseñarme unas cosas preciosas.
Cosas tan sumamente frágiles como los sentimientos que no se ven, y el futuro que no se espera.
La semana pasada, jamás imaginé que estos días fueran a ser como han sido, y es que, no he visto el mal en ninguna parte. No sé si es porque estoy intentando hacer las cosas bien, o porque me he perdonado a mi misma, pero la vida me está empujando a mejorar.
Ciertas personas que consideraba ya en mi pasado, y pocas veces creí verlas en mi presente, han vuelto. Y han vuelto con bondad, y con una sonrisa de amistad. Han vuelto a la vez, casi como si se hubieran puesto de acuerdo, la verdad, ha sido sorprendente y muy gratificante el volver a saber de todos ellos, incluso volver a reír a su lado y saborear ese cariño mutuo que queda.
Aún no sé muy bien desde que perspectiva enfocar estos acontecimientos, pero supongo que me quedo con algo significativo, y es que... Cuando una persona te quiere, y a la que quieres, ese amor varía, pueden pasar años como ha sido el caso, pero realmente, nunca se pierde. Nunca se pierde del todo a alguien con quién has compartido emociones, sentimientos y momentos importantes.
Estoy relajada y calmada, y tengo la vista despejada. Ha llegado el momento de marcar un nuevo rumbo, y desde luego no voy a llevar conmigo a aquellas personas que solo están para estorbar, para rezagarme, incluso son personas con las que puedo tener una conversación divertida, pero ya basta de equiovacarme en cuanto a esto.
En la carrera de tu vida, sabes y eliges tú equipo, y hay muchas personas que entran a tu vida , y se van, dejando huecos, espacios en blanco, pero muy pocos son aquellos que realmente dejan ausencia. Y ese tipo de personas son por las que estoy dispuesta a luchar, no por todas estas que hablan más que piensan, o incluso intentan aparentar ser cosas que no son, que te dan la mano cuando saben que después de eso te podrán agarrar el brazo... Aquellas que sencillamente estan por estar. Y no, no funciona así, no necesitamos vivir rodeados de todo el mundo, necesitamos marcar cimientos en aquellos que nos ayudan y debemos ayudar, a aquellos que sin tener la misma sangre, son hermanos.
Hay que hacer limpieza. Incluso alguien ahora mismo puede estar limpiándonos de su vida. Nosotros limpiaremos a otras, y nos equivocaremos, regresarán y nos seguirán haciendo felices, y guardaremos sitio para aquellas que pensamos que volverán,hasta lucharemos para que vuelvan, insistiremos y ....no, su ausencia perdurará... De errores se aprende.
Pero aún así, no necesito dedos que juzgan, señalan, critican y abandonan por conveniencia, y quizás haya cierto cariño de ciertas personas que tampoco considero que deba ser para mi. No voy a cerrar puertas, porque quizás hasta yo misma juzgue mal, pero desde luego, mi confianza solo será depositada en aquellos que aunque me fallen mañana, estuvieron aquí hoy.
Y eso me ha enseñado la vida, que nunca se pierde entero a alguien que se guarda en el corazón, y que tenemos muchos trastos de personas conocidas, que no debemos confundir con amistades.
Ensuciar la vida con personas, fuera de que se equivoquen o no, que no intentan ser mejores, no saben pedir perdón, no saben ayudar, y que cuando hacen algo que crees que es por ayudar en realidad es por propio beneficio... Nanai de la china.
Mi gente es mi equipo, y en nuestro equipo ya sabes como somos.
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