1 de Enero. Así se despertaba Coruña. Con un vestido gris, y con un azul apagado. Se despertaba muy fría, y con mucho viento. Llovía, aquí casi siempre llueve, Coruña casi siempre llora, pero eso sí, el misterio que esconde es de los más bonitos, nunca se sabe si llora por felicidad o por pena. Así empezaba aquí el 2014, pálido.
Coruña es verde. Siempre lo he dicho. La cantidad de verde que hay en esta ciudad, es de lo más bonito de ella. El ver paisajes tan increíbles todos los días, es una suerte, que pocos tienen.
Así es ella, furiosa e inquebrantable, sea el año que sea, sea el día que sea, ella no cambia. Se mantiene brava. Las olas golpean las rocas con ira, como si fuera a molerlas, o romperlas. Pero no, ellas también siguen en el mismo lugar.
Así amanece el 1 de Enero de 2014 en mi ciudad actual. Temblorosa, pequeña, helada, y perfecta.
Coruña es verde. Siempre lo he dicho. La cantidad de verde que hay en esta ciudad, es de lo más bonito de ella. El ver paisajes tan increíbles todos los días, es una suerte, que pocos tienen.
Así es ella, furiosa e inquebrantable, sea el año que sea, sea el día que sea, ella no cambia. Se mantiene brava. Las olas golpean las rocas con ira, como si fuera a molerlas, o romperlas. Pero no, ellas también siguen en el mismo lugar.
Así amanece el 1 de Enero de 2014 en mi ciudad actual. Temblorosa, pequeña, helada, y perfecta.
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