En una pequeña borrachera del viernes por la noche, las luces parecen abrirse en todo lo que es una densa niebla.
No es que me pare a preguntarme todo lo que pasa( que en verdad si) , pero mi mente anda totalmente ordenada.
Creo que entre tanto desbarajuste he encontrado la pieza que me faltab,e tornillo que perdí... y todl eso mientras alguna que itra neurona se suicida.
He entendido que no me puedo parar a querer entenderlo todo, es más fácil dejarlo fluír.
Por qué todo vuelve? Qué importa? Que vuelva, no pasa nada. Sí vuelve es porque no se ha ido, y si se fue, y regresa, es porque nunca se cerró del todo.
El frío congela la sangre ardiente que nace a borbotones de las heridas pochas. Y digo pochas, porque están preciosamente marchitas. La sangre se seca, y no avanza. Y me encanta pararme a verla. Analizarla. Incluso lamer esa sangre por curiosidad a que sabe.
Por qué iba a oreguntarme el por qué de todo, si ya sé porque pasa, aunque no tenga sentido?
A caso tiene sentido que me asome a una oscuridad que huele a mar, y que no se vea nada más que una línea que separa un oscuro, de otro oscuro más clarito, y que en realidad esa línea recta, sepa que es redonda? A que no?
Entonces. Vive.
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