martes, 28 de enero de 2014

"Hay temporal"

Estaba haciendo la compra. Sí, yo, haciendo la compra para casa. Iba con un carrito rojo para transportar todo con más facilidad, ya que últimamente siempre voy a comprar "X" cosas, y acabo con el triple. El caso es que al salir me tocaba ir a la farmacia a por un medicamento para mi hermano porque le ha dado por ponerse enfermo. Así que con los cascos grandes, y el carrito, emprendí camino hacia la farmacia que estaba a una calle del supermercado, y a la farmacia a una calle de mi casa. 
Al poco llegue, y iba directa hacía ella, pero de lejos parecía cerrada, así que antes de acercarme más le pregunté a una señora que si sabía a que hora abrían la farmacia, y me dijo que esa ya estaba cerrada, que tenía que ir a otra que estaba a dos calles de allí, en dirección contraria a mi casa. Así que, eso hice. Andar dos calles más. 
Nada más llegar, eran las 4.27, y justo cuando me planté delante de la puerta una señora estaba abriendo la farmacia, supuse que abriría a y media. Y me invitó a pasar, mientras ella encendía todo y demás.

- Será mejor que pases, que yo ya creía que no me libraría de la que está por caer. - Me dijo con alegría y simpatía. 

Le di las gracias, y mientras ella preparaba y encendía todo, miré al cielo desde dentro de la farmacia, y efectivamente, iba a caer una buena, y yo ni me había fijado. Al poco la mujer ya estaba lista para atenderme, así que me limité a decirle los típicos síntomas de una gripe usual, que es lo que supuse que mi hermano padecía, me aconsejó un medicamento, y ese mismo compré. Le di las gracias, y me fui. 
Justo al  haberme alejado 3 pasos de la farmacia pensé, " madre mía la que va a  caer, y de la que no me voy a librar". Dicho y hecho, al instante unas gotas finas comenzaron a machar el suelo. A los pocos segundos, las gotitas finas, comenzaron a ser gotones gordo, y a borbotones caían. A su vez el viento se levantó más fuerte de lo que había estado soplando. Mi casa se encontraba a 3 calles más o menos de allí, y no me apetecía pararme. Me remonté a pensar en El señor de los anillos dos, ya que la había visto ayer,  y en una de las escenas, aparecían Sam y Frodo, tapados con sus capas cubriéndose de la lluvia, y simplemente por eso decidí no cubrirme. No penséis cosas raras, no me paso el día pensando en películas, pero es que en mis cascos estaba sonando I see fire  de Ed Sheeran, que es la canción que sale al final de la película del Hobbit 2 que tiene relación con la otra película. En fin, iba andando con la mano izquierda en el carrito y en la bolsa de la farmacia, y con la otra aguantándome la capucha de la chaqueta para mojarme lo más mínimo. Iba mirando hacia abajo, ya que es lo único que la capucha me permitía ver, iba observando como mis pantalones se oscurecían, y mis zapatillas comenzaban a brillar por la lluvia. Cada cierto tiempo miraba hacia delante, y veía a la gente correr a cubrirse a los soportales. Me pareció muy gracioso, así que esboce una sonrisa. Seguía andando, y de pronto, cuando volví a mirar al frente, la calle estaba vacía. Muy vacía. Sólo habían coches pasando , levantando el agua de los charcos. El viento sacudía las gotas, y si te fijabas en el cemento, percibías ondulaciones en las gotas que iban cayendo. Seguía sonando Ed Sheeran.  En un momento aparecieron de la nada, (quien dice nada, dice el otro lado de la calle)  a un chico, y a una chica, corriendo a otro soportal.. y como cabía esperar,  me vino una sonrisa esbozada hace mucho, bajo un temporal parecido, pero con el cielo más oscuro, y sin asfalto." Tenías que aparecer, verdad? No aguantarías estarte quieto en el baúl, noo! que va.. para qué?" Y con hastío seguí andando a paso lento, porque el viento me empujaba en dirección contraria a la que estaba siguiendo. 
Seguí recordando.. miradas, bramidos, besos... en fin, seguí cayendo y subiendo a la vez. Quien diga que no cabe un cielo en un infierno, no sabe de lo que está hablando. Decidí tomármelo con ánimo, porque, al fin y al cabo, por qué no iba a sonreír si me encantó? 
La lluvia comenzó a caer con más fuerza y rabia todavía, tanto que cuando el aire me arrebató la capucha, mi cara acabó empapada, y las gotas de agua se notaban más de lo normal, como pequeñas espinitas muy frías que golpeaban. Tenía las manos heladas, y me preguntaba hace cuánto que no las tenía tan frías... De pronto el reproductor, que estaba en aleatorio, cambió de canción, y ahí apareció, Claro de luna, qué mejor elección para un día gris, que esa melodía? 
Ya estaba llegando. Veía a la gente en las paradas de buses cubiertas, apelotonadas y realmente me hacían mucha gracia! Pero lo mejor fue cuando delante de mí, una señora iba con el paraguas roto, riéndose y se podría decir que hasta feliz! 
Estaba sólo a una paso de cebra de mi urbanización. Nada más poner un pie después del cartel de 'Zona privada' la lluvia paró en seco. "No me jodas". Eso ya era de risa. Estaba empapada de pies a cabeza, y eso tan solo en unos minutos de nada. Las zapatillas se rindieron a medio camino, y dejaron pasar el agua. Mi pantalón ya había cambiado totalmente de color, pero eso sí, solo por delante. Por detrás seguían intactos. Y la sudadera pesaba ya un poco más. Sólo a mi se me ocurre llevar una chaqueta impermeable, y no cerrarla. 
Cuando llegue a mi portal, divisé como en el cielo se abría una pequeña brecha de luz entre las nubes. "Cabritas, a buenas horas dejáis pasar el sol". Me vi reflejada en el cristal, el rimel estaba intacto, mas mi pelo estaba empapado. Y se me vino a la mente algo así como una frase que decía "estas arrebatadora", mientras en el reproductor la nueva canción comenzaba "Forever in my mind only you, The pieces in my life go away with you" . Me dediqué a abrir el portal, y a la vez, imaginaba y recordaba todo en general sobre aquel día tan diferente, cosa que para mi sorpresa, no recordaba con el ceño fruncido. Una vez dentro, miré hacia fuera y me acordé de una escena de esta mañana. En unos de los recreo, al salir a la calle, me dio por decir: 
- Joder, qué frío!
- Ya te digo - Contestó una amiga mía mientras bajaba las escaleras.  
- Escuché ayer que esta semana no va a dejar de llover - Dije mientras me cerraba la chaqueta.
- Ya, es que hay temporal - Dijo mi amiga.

" Hay temporal" , la verdad es que estuve escuchando esas palabras a los largo de toda la mañana, y ni me inmuté, andaba en mi mundo, asilada como siempre. Probablemente pensando en el libro que leía, si mal no recuerdo. 

Al entrar en el ascensor pensé con una media sonrisa " Temporal" y es de esos que no se dejan pasar desapercibidos, no dejan que se escuchen y no se estremezca uno, porque bien sabe que bajo todas la lluvias que ha traído, hay historias que contar, secretos que decir, momentos que quieren olvidarse y no pueden, porque siempre siguen ahí.  
Mientras me rascaba la nariz, caí en una verdad tan obvia que nunca pensé; Al menos el temporal siempre vuelve. 








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