martes, 23 de septiembre de 2014

Lo que nunca pasó.

Iba en el bus, de vuelta a casa, y un lugar, de repente, asomó por mi mente. Un lugar en el que los recuerdos siguen intactos. Cerré el libro con el que estaba viajando y como un resorte corrí a darle al botón para solicitar mi parada. 

Una vez hube bajado de aquel bus, pensé seriamente si sería lo correcto, si debería volver a aquel lugar. Pero seguí dejando andar a mis pies, para qué los iba a frenar? De qué serviría? 

Me dirigí a un lugar que estaba  la vista de todo el mundo, totalmente abierto, y con alguna que otra persona ocupando espacio. Iba distraída, ensimismada en mis pensamientos.  
Llegué a mi banco favorito, y sentí el frío tacto de la madera destemplada en la zona de mis piernas que estaba desnuda. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. En mis auriculares sonaban Kane, Tracy Chapman, Daft Punk, y alguna que otra voz tranquila. Abrí el libro que leía, y continúe mi lectura, aunque no fui capaz de mantener durante mucho tiempo la vista ni en las páginas, ni incluso en la tinta. El mar estaba delante de mi, uniéndose con el cielo, y era algo que no podría dejar pasar desapercibido. 

Y comencé a dejar volar mi imaginación. El día previo a este, estuve con un amigo, quizás sería más correcto decir conocido. El caso es que estuve charlando toda la tarde con un alma que cambió de una manera impactante. Nunca pensé que esa persona que antaño hube conocido pudiera transformarse así, había crecido, madurado, tenía dos dedos por delante,y sobre todo, se había vuelto una de las personas más sinceras que había conocido. Me contó todo, se abrió totalmente, como si fuera un libro transparente. Me pregunté seriamente cómo debí ser con él en su día (todo está borroso de aquel tiempo), ya que no dudó en confiar en mi ... Pero pareció ser que no era la única impresionada. Hizo algún comentario que decía algo así como que había crecido, que ya no era la niña inocente en la que se fijó un día y trató como a una más, que tenía la cosas claras, que andaba segura, que me había convertido en una mujer... y no dejó de decir que ahora podría decir que ha conocido a alguien " intelectual", obviamente le desmentí eso, diciéndole que porque lea libros no tengo por qué ser ( que de hecho no soy) intelectual. El caso es que noté como esa furia de venganza que llevaba tanto tiempo guardada en mi, se apagaba. Conseguí entender que devolverle el dolor que sentí en su día, ya no arreglaría nada, porque no hay nada que arreglar. Así que como un nudo en la garganta, esa cuerda, ese recuerdo se desató, salió por mi boca, y se precipitó al mar. " Has crecido" dijo, " te has hecho mayor", " piensas", " me has dejado totalmente sorprendido" exclamó... " has cambiado, has madurado" . Nada de eso era cierto a mi modo de ver las cosas. Pero no sé cómo, ni de qué manera, en esas horas que pasamos juntos, le hice daño, O eso me dijo, en un mensaje del móvil,  tras media hora de estar en mi lugar, frente al mar y el cielo, frente a la extensión del mundo, recapacitando sobre el día anterior, aprendiendo. Que por qué le hice daño? Ni yo lo sé muy bien.. pero creo que no es dolor, tal vez es solo arrepentimiento por cómo se comportó conmigo, pero ya no tenía nada que hacer ahí , ya no era cosa mía, ya no era mi problema. Yo ya le había perdonado hace mucho. 

Seguí divagando en mis locuras. Y así, hasta que miré el reloj. Habían pasado más de 40 minutos y yo tan tranquila. Debía volver a casa. Al girarme y darle la espalda al mar, miré ese camino recto que debía seguir para poder cruzar la calle y llegar a la parada del bus. Lo anduve totalmente recto,  y una vez hube llegado al final, me volví a girar para ver el mar, y seriamente, me pregunté, qué cojones tendría ese lugar , que no me dejó otras veces irme recto, si no que tuve que pararme visitar cada estrella, cada luz que se encendía en el suelo de noche... por qué coño no pude irme sin más?

Me quedé  parada en seco, mirando y mirando. La gente pasaba, andaba, caminaba por detrás y por delante, incluso algunos me esquivaban justo antes de rozarme o chocarse. 

" Cuántas veces me imaginé que volvería a este lugar estando yo aquí, que sería por una coincidencia. Cuántas veces habré venido aquí para recordarlo todo, desde el principio hasta el fin. A cuántas chicas habrás embelesado con este lugar? Cuántas veces soñé que me taparías los ojos por detrás... también es cierto que nunca me dejé soñar más allá de simplemente un encuentro, es tan irreal, que nunca me dejé ir más allá. Pero siempre imagine el límite, esa parada en seco uno delante del otro, uno frente al otro." Un sabor agrío se unió en la boca, desde el corazón y la mente, algo estaba naciendo. " Cuántas veces te habré imaginado en uno de estos bancos , tal vez leyendo, tal vez soñando.." Y caí en la cuenta de que nada, absolutamente nada, tenía importancia... Siempre me fijé más en los buenos que en los malos momentos. Seguramente estarás pensando " cuánto despecho" y comenzarás a reírte. Quizás en otro momento hubieras tenido razón, pero es que ... ya no, o hasta incluso me esté dando demasiada importancia al pensar que me estas leyendo, me voy a tomar el lujo de creer que si, y puedes recriminarme lo que quieras.. Porque, es que, ya da igual... No hay nada que buscar, esto se acabó hace tanto.. Ese lugar nunca fue tuyo, nunca fue mío, sólo fue un sitio del mundo más. 

Y como dijo Neruda;"Este es el último dolor que ella me causa, y estos son los últimos versos que yo le escribo". 

Ya me he perdonado. 

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