domingo, 31 de agosto de 2014

No sabes, no.

El otro día vi a Furia Negra hablando con alguien. Con alguien conocido, pero casi imperceptible. Le estaba acariciando la tripa. Cuando me acerqué más me di cuenta de quien era, y estaba traslúcido. Fui corriendo a abrazar de alegría a esa especie de aire móvil,  y ya no podía agarrarlo. No sabes bien que alivio sentí . Furia Negra me miraba intrigada, " y esta por qué salta", estaría pensando.

- Furia Furia!!! Ya estoy casi curada!!- Le dije mientras traspasaba el aire y le daba un abrazo a ese bicho feo grande. Furia Negra me lamía y me levantaba con sus patas, me agitaba, supongo que no sabía a que se debía tanta alegría pero le gustaba y disfrutaba conmigo. De repente, se escuchó muy bajito, casi como un susurro, un " zorra". Me había olvidado de la figura traslúcida,  o de su aire, como quieras llamarlo. Yo creo que,  exagerando bastante, se parece a una de las mujeres que contrataron los servicios del chico de la peli de Gigolo, esa que no podía controlar lo que decía. Le miré fijamente y mientras él miraba a otra parte apretando los puños, pero con el corazón ensanchado,se le notaba...  estaría mirando su luz.

Le dije a Furia que me soltará,  y así hizo. Bajé,  me puse delante de él,  me miró  y le dije: - ¿Sabes qué? - Seguía mirándome. - Estoy casi curada de ti. - Le dije sonriendo. Él me dio la espalda y volviendo de donde siempre viene, giro la cabeza hacia su lado derecho, y me dijo: - y eso? Cuánto te duele?

Y se esfumó.

- ¡No sabes nada! - Me quedé gritándole. Y me acurruqué al lado de Furia Negra repitiendo en voz baja, - No sabes nada.

sábado, 30 de agosto de 2014

Plash

Oh, dulce baño. Se está llenando la bañera, y el agua me hace cosquillas. Cuántas veces habré escrito cosas aquí que nadie leerá. Cuántas veces habré desangrado el alma bajo este tapiz transparente?

Hace calor, las calles están llenas de gente y las desgracias no cesan. Se podría decir que la vida es una de las mejores montañas rusas.

Hay tantísimas flores en esta ciudad, y tan pocas son las personas que se paran a fijarse en ellas, en los colores que lucen para ti, en el aroma que quieren dejar en tu nariz. Al igual que el mar. Cada rincón de esta ciudad tiene agua. Y qué pocos la miran con asombro. O simplemente, que pocos la miran como deberían.

Y los bancos de esta ciudad? Una esquisitez con unas vistas privilegiadas. Siempre que vemos imágenes asombrosas de algún lugar del mundo pensamos " vaya, debo ir" o " que mala suerte no estar allí " y qué es de toda aquella gente que piensa lo mismo de los recónditos rincones de esta ciudad? Supongo que para que podamos apreciar algo debe ser esporádico. Por el simple hecho de haber visto ya algo, lo dejamos de aprovechar. Pero, es triste, que sin embargo, sí entremos una y otra vez en las mismas tiendas o en el mismo bar.

Por esta ciudad fluye magia todos los días,  y nadie se para a mirarla.

Aunque, en realidad,  lo cierto es, que según con quien estemos o simplemente estemos solos, un mismo lugar puede variar su ambiente, puede variar su forma, su color,  su gracia, su pena y hasta su imagen.

Supongo que por eso me gusta tanto la bañera de esta casa, puede ser quizás, el único lugar, donde nadie haya distorsionado el recuerdo.

jueves, 28 de agosto de 2014

Humano

Miraba mis esqueléticos brazos y manos tocando cada tecla del piano como si me fuera la vida en ello.  Me encontraba en medio de un bosque, y una jauría de lobos hambrientos acurrucados a mi espalda soñando con carne fresca. Oh Beethoven y su exquisito Claro de luna, qué belleza, que armonía.. qué locura más espléndida se dormía entre esas notas. Estaba observando los huesos de mis manos, estaban astillados por varias partes, en invierno duelen más. No es fácil ser un esqueleto, ser un cadáver y un despojo.

Miro a los ojos de la luna, y cuánto brillan.. los veo clarear y oscurecer, les veo sonreírle a las nubes.

Qué tristes son estas noches así. No se diferencian demasiado de las demás, excepto por un simple detalle; hoy has querido quitarme el sueño.

Sí, tú. Tú que estas leyendo lo que intento decirte. Tú me has quitado el sueño. No te conozco, no sé quien eres, ni tampoco quiero saber por qué estas leyendo lo que te digo. No sé qué habrá ocurrido en tu vida, ni que clases de heridas son las que te desmontan. No sé cuánto habrás sufrido en soledad, ni cuántas veces te has caído a un precipicio sin fondo. No sé sí alguna vez has llegado a sonreír de verdad, ni sé por que podrías haber llegado a realizar ese acto tan puro. No sé sí tus lágrimas pesan su dolor, o no llega a salir esa parte de tu ser fuera de ti, sí no se llega a ir. No sé lo que te falta, aunque si me pusiera a averiguar seguramente sabría decirte casi todas las cosas que te sobran, los humanos de hoy en día sois muy previsibles en cuánto a ese aspecto. No sé qué puedes haber conocido a lo largo de lo que tus ojos han visto, ni sé cuanto años llevas respirando, ni si has dado las gracias suficientes a quién las merezca por seguir en pie. No sé si te has enamorado alguna vez, pero estoy pienso, que si así ha sido probablemente tus mares han sido océanos.  No sé si tu corazón grita desgarradamente un nombre y tú, con tu cabeza lo tumbas boca abajo metiéndole la cabeza en un cubo de agua para que se calle, o simplemente le dejas gritar y aullar.



No sé quién eres, pero vive. Vive, y yo tocaré el piano por ti.

miércoles, 20 de agosto de 2014

El brillo que quedaba

Chisporroteaban las llamas aún encendidas. Danzaban por los lunares. Vacilaban por tu clavícula y como un funambulista se precibitaban a la cuerda floja que  hallaba cuando recorrían los acantilados de tus heridas cosidas.

Les gustaba dormir en tu ombligo. Pero más quemar tu oreja, calentarla.

De noche, se metían en tus sueños quemando a cada mal pensamiento que se te formara. Nunca te di suficientes besos en la frente.

Adoraban formar figuritas y deslizarse como un ciempiés, haciéndote cosquillas en las costillas. Querían darte aire.

Te llevas levantando sin ellas desde hace mucho tiempo. No sé si te habrás dado cuenta. Me comentaron que las confudiste con una mancha roja. Una mancha que arde y quema. Esa, que provoca vibraciones y palpitaciones en tus ingles y cabeza. Esa que calienta tu corazón.

Chisporrotean las llamas dando tumbos en el tiempo. Quemando la arena que ya no cae de un cristal que se rompió y que ya no marca el tiempo que falta para vernos.

" hagas lo que hagas te desvanecerás"

Desvalijo mi habitación para poder trasladarme. Rozando por última vez muebles que han visto tanto, paredes en las que han rebotado tantas palabras.. Y que han soportado hojas pegadas con celo que tenían tanto peso.

Mis dedos se abalanzan por cada rincón de estas paredes. Mi cabeza aún no se cree que salga a vivir fuera de mi baúl.

De un solo giro cae el celo de las paredes, y mis hojas vuelan. Entradas de cine, dibujos firmados, pasajes a lugares remotos, besos malditos, sudores fríos, las pocas fotografías que algún día fueron reales...

Es absurdo que me pregunte si alguna vez hubo algo de verdad en sus palabras, y que tipo de mentira hubo en las mías... Porque en realidad nunca se balanceaba nada entre esos dos extremos, siempre fueron quizases que salpicaban a nuestras bocas.

El armario se va vaciando. Camisetas vuelven a sus casas, pantalones siguen perdiendo costuras y las sudaderas comienzan a enfriarse.

Paso la yema de los dedos por el borde de un papel cansado de cargar con mina. Lo abro y caen como motas de polvo, letras que quieren volar a otro sueño que algún día pueda ser. Me dan besos,  y se van.

Recuerdo cuando los ojos azules grisáceos que me miraban a través de mí se desvanecen en una sombra. Siempre quisieron ser sombra, aunque nunca llegarían a tener ese título. Ellos también se van, y se van muy lejos.

Esos ojos marrones verdosos, más duros que la misma roca que los portaba también quisieron caer. Esas falsas miradas de amistad que aún a día de hoy siguen abrazándome.

Todas esas rosas plásticas, esas pinturas rotas y descoloridas con las que sólo se creaba sentir.

Se me caen los sueños por las plumas de los que los atrapan. Caen al suelo y se rompen.. Soltaron tanto elixir, tantas motas de polvo que antes de irse rodaron hacia mí, me llamaron desde abajo tocándome el calcetín, solo para decirme que se iban, y que no estaban enfadadas, después de todo desde la altura de la lámpara siempre tuvieron las mejores vistas de la ciudad.

Miles de hojas volaron cortándose a sí mismas unas con otras.

Esos ojos marrones tan cálidos que siempre se dedicaron a cogerme cuando resbalaba en la pista de hielo de tu corazón. Siempre tuviste brechas. Esos ojos marrones que me agarraban con sus grandes manos, ese cuerpo que me servía de colchón, que absorbía mis lágrimas...esos ojos que nadaban cuando se dejaban ver como un niño.

Y cómo no me iba a caer? 

Que duro es haber fallado tantísimo.
Estaba cerrando la puerta cuando un susurro cómo el que escuchaba Frodo en el anillo de Sauron se abalanzó a mi oído. Volví a abrirla y ahí había un fantasma de pie, cn un mechón rojo en el pelo. Un fantasma cómo el que veía Ted cuando Robin se fue de casa dejando su habitación vacía... Ahí estaba de pie, riéndose de mí y diciéndome lo patética que fui siempre por no haberle plantado cara. Corrí a darle un abrazo y lloré en su hombro cómo nunca había hecho antes.

- Dónde vas? - Me preguntó
- Nunca te importaron mis palabras.
- Te he dicho ya lo estúpida que eres cuando te haces la víctima?  Las realidad que ya se saben no hace falta repetirlas.
- Me voy lejos- y cayó en mi mente una canción sin más.. " si preguntan por mi, no les digas donde fui que tu alma sea fuerte y cuando mires hacia el frente no recuerdes todo lo que no te di..."

Y con eso, se esfumó sin dejar de decir palabras en voz baja. Pero todo hay que decirlo, al irse, se resbaló con un charco ( si hubiera contado las lágrimas que cayeron en ese instante..) . Me miró mal, como siempre. Se levantó con indiferencia y prosiguió su camino. " maldito torpe bobalicón, qué poco nos parecemos"

En definitiva. Ya era hora. Mientras giraba la llave de la puerta ( que aún tenía marcas de celo) escuché a mi espalda un medio tarareo que decía sin casi ritmo " si preguntan por ti, solo diré que te vi,....
en mis.... una noche .... desde entonces... cada día...ti."

Al girarme no había nadie. Así que le di un beso a la llave, y la metí por debajo de la puerta.

Y fue la última vez que supe de todo ese cielo.

domingo, 17 de agosto de 2014

"Negra sombra"

Lo que bien no llega mi mente a comprender es cuánto odio se puede almacenar en un mismo cuerpo.

Y qué tipo de odio corroe la venas que hacen del perdedor un ganador? Y qué tipo de odio mueve el mundo? 
Qué tipo de odio te lleva a subirte a una barra y pensar, " de puta me juzgas,  toma puterío"? Qué tipo te odio te hace pensar eso y que en realidad lo q quiera que alguien que te ha jodido de bien diga puede importar?

Hasta qué punto el cielo puede unirse con el mar?

Qué tipo de catástrofe separó la luna de las estrellas ?

La cama está caliente, y dos corazones,  descoordinados palpitan en la misma cama, qué tipo de odio te hace odiar tanto el estar queriendo algo que no sabes mientras intentas enrredar tus pestañas con los sueños de alguien entero?

Aquí los dos han jugado sucio, muy sucio.

En esta pozilga no quedan sueños que coser.

Porque este odio mi alma se lo cena, ya que esa boca no se cierra.

Qué tipo de odio te deja caer en el juego de tontos donde serán mejor que tu?

Qué clase de odio es este.

Sé lo que espero. Y es tan sólo que el olvido haga puta presencia de una jodida vez porque es que ya no aguanto más este.... Esta mierda.

viernes, 8 de agosto de 2014

O no.

No me gusta tu forma de moverte, ni tu forma de articular palabras. No me gusta tu forma de andar, ni ver como se te caen los pantalone. No me gusta tu forma de peinarte, ni de mirar a los demás cuando crees que nadie te está viendo. No me gusta tu sonrisa, ni como son capaces tus labios de esfurmarse con ella.

No me gusta ni cómo fumas, ni tan si quiera lo torpe que eres. No le encuentro gracia a tus bromas, ni tampoco me gusta lo que dices.

Odio tu mirada fija hacia ninguna parte.

No me gusta como besas, ni como muerdes los labios. Tampoco me agrada tu forma de follar, o de hacer el amor. No me gusta lo que piensas. No me gustan tus historias. No me gustan tus cajones, ni tu cama, ni tus ventanas.

No me gusta tu descuido. No me gusta verte, tampoco mirarte. No me gusta tu demora eterna.

No me gustan tus manos. Tampoco tu nariz, ni tu cara y todavía menos tus ojos.

No me gusta tu fondo, ni tu fin. No me gusta que digas cosas que no harás,  ni que luego te enfades porque alguien no haya hecho algo en lo que quedásteis de acuerdo. Odio tu poca paciencia,  tus uñas y tu cielo. No soporto tu infierno, ni aguanto tus alas. Odio haberme equivocado tantísimas veces.

Pero lo que sí que adoro es tu ausencia. Esa me hace feliz.

martes, 5 de agosto de 2014

Y que no se de cuenta, por favor.

Surcando las nubes encontré algo que me parecía familiar.
Mientras más me acercaba, más se me aceleraba el corazón.

Era un diente de león. Un diente de león. Un feroz y voraz diente de león. Pensé que ya no existían. Hace mucho se usaban para transportar mensajes entre reino y reino, no eran demasiado útiles. El mensaje siempre llegaba, pero quizás tardaban meses. Aunque lo peor ocurría cuando gente que buscaba susurros los cogía al vuelo, dejándolos fuera de su camino,  desperdiciaba la voz de alguien desconocido y mataba la esperanza de un oído ciego. 

Pensé que ya no existían. Eso sí. Era precioso. Impoluto, joven, nuevo... Y único. Ahí estaba. Creciendo. Creciendo en un campo remoto, en un lugar desolado.

Qué he d hacer? Arrancarlo es matar quizás, el único rastro de pasado. Y usarlo sería desperdiciarlo. Pero... Y si muere antes de que alguien lo grabe? Igual lo único que quiere es ser grabado.

Mal dilema. Malo. Caca.

Me senté delante de él un buen rato. Furia Negra estaba a mi lado, imitando mis gestos . Y Mama Odi no contesta, sigue algo molesta, no le gusta nada que desperdicie miradas cuando voy nublada.

Debería soplarlo. Igual llega lejos. Pero no. No sé bien qué hacer.

( día siguiente)  --------

Vaya. Me acabo de despertar. Me quedé dormida... Hace cuánto que no dormía en el suelo? Pero lo que sí sé es por que dejé de dormir aquí abajo. Odio las pesadillas que tienen.... Mejor dejémoslo así, Mamá Hüevo cree saber de qué se trata y se está poniendo roja mientras me frunce el ceño.

En fin. El diente de león sigue aquí y he descubierto qué puedo hacer con el.

Tengo la cámara en las manos y estoy viendo por la mirilla mi objetivo... Pero...No. Esto no es lo que quiero. Acerco mis labios a el, y lo soplo.

Todas sus dientes han salido volando. Excepto dos que por alguna extraña razón están entrelazados, y ahí se van a quedar.
Llamo a Furia Negra para que deje de olisquearlo todo, y en ese instante siento que el corazón se me va a hacer añicos, caigo al suelo. "Por Ra y su reino,  qué me está ocurriendo!!!" Furia Negra me ha cogido entre sus alas y no me suelta, tiene miedo por mí. Siento como si cristales estuvieran saliendo desde dentro del todo, arrancando a girones todo lo roto. De pronto aparece Mamá Odi, pero no me mira a mí. Está mirando a lo que hay detrás de mi. Miro. 

De todo lo que está saliendo de mí por la espalda, se está formando un huracán, un huracán que esta arrasando todo a su paso. Si algo quedaba en esta desolada tierra, ya no está. Mamá Odi está intentando controlarlo, pero no lo consigue...
El corazón sigue doliéndome a rabiar.

Y en un momento todo se hace oscuro. Estoy sola en un lugar negro, no veo nada. Absolutamente nada. De pronto un flashback se recrea en ese lugar. Uno, dos, tres, cuatro... Pasan a toda velocidad muchos momentos de mi vida. Todo relacionados. Todos podridos. Vuelvo a desvanecer.

Abro los ojos, y tengo a Furia Negra miréndome con los ojos brillantes. Me ayuda a reincorporarme. No queda rastro del huracán. Divisó a Mamá Odi entre todo el humo. Está hablando con alguien. " Qué demonios acaba de ocurrir?"

Cuando llego al lado de Mamá Odi, veo a un hombre barbudo. Muy barbudo. De blanca barba, ojos oscuros,  marrones intensos con rayas amarillas y azules verdosas... Ojos marinos. Labios finos,  y nariz respingona. Tiene un gorro alto acabado en punta y su piel es blanca como leche. "No jodas"

- Buenos días bella dama.
- Tú? En serio? De dónde has salido?- dije yo realmente asombrada. 
En ese momento Mamá Odi me dió un beso en la frente y se esfumó. "Encantadora"

- Me has encontrado tú.
- No te buscaba.
- Como has crecido...
- Dónde estabas cuando las nubes escupían rayos?
- Librado batallas.
- Entonces continúa con ellas.-
En ese momento miro al suelo, o más bien al lugar donde estaba en diente de león. " Mierda el huracán se lo habrá llevado"

- No se lo ha llevado nadie, se ha ido el.
- Eh! Cómo has sabido eso? Y cómo se va a ir si es una planta?
- Por qué no se iba a poder ir? Por ser planta ya no se puede mover?
- Es extraño...
- En realidad se ha transformado en dos mariposas.. Una naranja y otra azul.
- Vale. Ya está. Qué ha pasado?
- Pues es sencillo. Era una historia desterrada, o bajo un maleficio. A saber cuánto tiempo llevaría ahí. Supongo que de al soplarlos los libraste de su desgracia, y para agradecértelo me fueron a buscar.

- Que te hayan llamado dos mariposas voladoras no significa nada. Yo no te buscaba. No me han hecho ningún favor. Pero me alegro de que ya puedan vivir en paz. Pero a qué ha venido ese huracán?
- Me estaban buscando.
- Pero eso ha salido de dentro d mí. "He creado un huracán?"
- Yo no dejé de estar dentro de ti, soló que me tenías enterrado entre montañas de polvo, de cristales rotos... Me tenías bajo montañas que tardaron años en crearse. Y te han librado de todas ellas.
- Pero si eran mías para que me las quitan?
- Para que puedas seguir.
- Seguir?
- Habrán visto tus pesadillas mientras dormías a su lado. Cada uno hace a su manera lo que cree mejor para los demás.
- Así que me estas diciendo que, un diente d león ha visto mis sueños? Que ha decidido buscarte a ti? Que en ningún momento te pensé bi te busqué?  Y que han creado un huracán inmenso de montañas que tenía dentro?
- Exacto. Respecto a que no me pensaste... Estas segura? Y sabes bien por qué estaba enfadada Mamá Odi?
- Bueno, Mamá Hüevo y yo llegamos a la conclusión de que era por pensar demasiado en.. Bichos.
- No se te ocurre otra razón? 
" YO QUE SÉ! Oye y Furia Negra?" me giro. " Ah, ahí está.. Gran Furia mía... Dormilona."
- No, no se me ocurre.
- Me has querido buscar. Y te has pasado media vida evitándolo. Nunca has sido valiente para desenterrarme. Y en fin, Mamá Odi, que pretende enseñarte se dió cuenta, y estaba molesta, porque nunca le hablaste de mí, y nunca encontraste valor para ir a por mí.
- Me fallaste.
- No, te estás fallando tu a ti misma todo el tiempo. Y en una de esas veces mientras intentaba ayudarte te dije cosas que no te gustaron,  me cansé de que las evitaras con otros temas y no te diste cuenta de que al ponerte como una furia me fuiste tirando hacia atrás mientras tu caminabas hacia delante. Y cuando acabaste y te giraste,  parte de tierra se derrumbó y caí. No te diste cuenta.
- Vaya... No.. No - " no lo sabía "
- Ven aquí querida..
- Cuánta falta me has hecho Merlín.

Volví a las nubes, a los lomos de Furia Negra. Y Merlín volando como siempre hizo, a mi lado.

- Oye Merlín, y los flashback?
- Estabas viendo ir tus montañas podridas. Por cierto, querida... Y esa tal Mamá Odi, está disponible? - Mamá Hüevo y yo empezamos a reírnos, y hasta Furia Negra sonreía.
- Lo vas a llevar crudo Jajajajaja. Una carrera como en los viejos tiempos?

Y allí fuimos los dos, rompiendo nubes.

domingo, 3 de agosto de 2014

"El mundo no se ha parado ni un momento"

No sé muy bien como pasó. Pero ya no quedaban dragones que vencer. Furia Negra se percató de ello cuando me veía nublada. Se puso delante de mi como impidiendo que rozara,  impidiendo que me acercara. Incluso Mama Huevo hizo acto de presencia. Y aunque pretendió no ser vista, yo sé que estuvo. Y estoy casi segura de que le dijo algo a Furia Negra, porque  nada mas darse la vuelta y darse cuenta de que estaba mirando fijamente a una sombra, me dio un coletazo que me alejó de cualquier cosa.

Me estuvo echando el ojo hasta que supo que mi corazón no aguantaría y no se acercaría. Se fue cuando hasta mi propio odio me escupió a la cara y dijo un nombre desconocido. Pero un nombre que ardía. Un nombre que no conocía se clavó, y como una pala escavo hondo, para ponerle alas a lo que quiera que fuera todo. Un nombre que le abrió las puertas.

No me acuerdo de la mitad. Pero sé lo que no vi. Y con ello me bastó.

Mama Huevo me está haciendo un masaje en los pies mientras los consuela. Estan llorando. Son sigilosos y silenciosos, pero cuando hablan de direcciones incorrectas no se callan. Qué pesados.

He oído tantas cosas. Tantos trastos rotos. Que mis orejas han sucumbido al gozo de una canción maltrecha que alivia dolores.

Pero estoy segura de que mi boca no cayó. No sé bien como ni de que manera, pero es incapaz de no grabar pensamientos y repetirlos.

Hoy he pensado. Y nada tuvo sentido. Nada recobro ni una pizca tan si quiera de todo lo que el destino prometió.

Debajo del agua no se escuchan sombras.

La vida cedió a la cadena que le puse al guantazo que me llevaría. Y hoy arreo con cautela pero fuerte.

Ya no hay dragones contra los que luchar, demasiado fuertes, demasiado cansados... Demasiado insólitos para una cabeza al lomo de un cerebro atado a la cuerda de un niño que alza la vista para observar a su cometa brillar.

Hoy pensé. Y dolores murieron.