No me gusta tu forma de moverte, ni tu forma de articular palabras. No me gusta tu forma de andar, ni ver como se te caen los pantalone. No me gusta tu forma de peinarte, ni de mirar a los demás cuando crees que nadie te está viendo. No me gusta tu sonrisa, ni como son capaces tus labios de esfurmarse con ella.
No me gusta ni cómo fumas, ni tan si quiera lo torpe que eres. No le encuentro gracia a tus bromas, ni tampoco me gusta lo que dices.
Odio tu mirada fija hacia ninguna parte.
No me gusta como besas, ni como muerdes los labios. Tampoco me agrada tu forma de follar, o de hacer el amor. No me gusta lo que piensas. No me gustan tus historias. No me gustan tus cajones, ni tu cama, ni tus ventanas.
No me gusta tu descuido. No me gusta verte, tampoco mirarte. No me gusta tu demora eterna.
No me gustan tus manos. Tampoco tu nariz, ni tu cara y todavía menos tus ojos.
No me gusta tu fondo, ni tu fin. No me gusta que digas cosas que no harás, ni que luego te enfades porque alguien no haya hecho algo en lo que quedásteis de acuerdo. Odio tu poca paciencia, tus uñas y tu cielo. No soporto tu infierno, ni aguanto tus alas. Odio haberme equivocado tantísimas veces.
Pero lo que sí que adoro es tu ausencia. Esa me hace feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario