Muchas veces me pregunté de dónde podía venir todo este maldito sentir. Nunca obtuve, ni llegué, ni tan solo logré rozar, una respuesta coherente. Siempre estuve tan cerca, y a la vez tan lejos... era como un fantasma. Mi idea, era un fantasma,si. Pero un fantasma que no sabes que lo és hasta que te das cuenta de que al acercar tu mano, no tocas nada. A la vez tan cerca, y al mismo tiempo, tan lejos...
Aunque en verdad, lejos de qué? O cerca de qué? De ti y de tus palabras que caen como saliva? Esa saliva, que tanto cuesta distinguir cuando es dulce y cuando amarga, cuando se enreda, y cuando se escupe...
Nada.
Esa es la única verdad, nada...nada más que amor. Amor hiriente, amor que masacra, amor severo, amor duro, amor imponente... qué mas dará?
Sólo amor genuino.
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