lunes, 2 de diciembre de 2013

ya no recuerdo como se hacía

La verdad es que no recuerdo demasiado bien como se hacía esto de dejar que las manos escribieran solas, sin que ni el corazón ni la mente, intervinieran en este juego de letras fugaces y efímeras. Sólo quiero escribir y que todo lo que tengo que decir salga como sí mañana no hubieran más oportunidades de decir nada, sin comas, ni puntos, sin dejarte respirar, asfíxíate leyendo todo lo que algún día tendré que sacar de aquí, por muy lejano que ese día se encuentre. 

Cómo se hacía esto de olvidar que eres ser humano y olvidar que sientes? 
No recuerdo cuando fue la última vez que dejé de preocuparme por hacer lo correcto o lo incorrecto, simplemente hacerlo, con calma , sin prisas, queriendo vivir el momento sin que nadie tuviera que venir a juzgarme con el dedo a decirme que no debo hacer eso, que está mal, que... Qué me estas diciendo? pensaba yo. Por qué vienes a decirme y a señalarme cuando no voy a caer bajo las normas de nadie que quiera imponérmelas, soy libre de actuar, libre de pensar, de crecer, de caer.. por qué quedarme bajo unas cosas comunes sobre el bien y mal, cuando ni si quiera alguien que late, sabría decírmelo ni explicármelo. 

Cómo se hacía eso, de dejarse ser? Abrumarse con el vuelo de las gaviotas, y enfadarse por la envidia de no poder volar con ellas, de no poder ver el mundo desde lo alto y llegar a entender de una vez por todas, lo pequeños que somos... De pequeña, no hacía mas que preguntarme a mí misma " cómo es posible que tantas cosas quepan dentro de todos los seres humanos que hay sobre la faz de la tierra?" era una idea que me fascinaba. El cómo los sentimientos que sontan enormes y infinitos, que ni se sabe de dónde vienen ni a dónde van, pueden caber en algo tan pequeño. Antes que preguntarme de dónde venía yo, me preguntaba que de dónde venían los sentimientos.. nunca supe explicarlo, pero no por ello dejé de pensarlo. 

Cómo se hacía eso de estar en calma? eso de poder estar tranquila , en un sitio, feliz, y olvidarme de que el mundo existe. Es gracioso, porque creo saber cómo se hacía, pero no soy yo sola quién puede conseguirlo. Era espeluznante, la verdad es que sí que lo era. Eso de estar sentado con una persona, y estar totalmente pendiente de todo lo que por su boca salía, todo era interesante, y estaba envuelto en una atmósfera realmente alucinante, nunca llegué a entender eso tampoco, me parecía una idea inconcebible.  Nunca había sentido eso, era algo que me encantaba sentir, y mientras más lo sentía, más miedo me daba. Me daba pánico sentir todo eso, era como una explosión de todos mis sentidos, de todas mis neuronas, se me aceleraba el corazón, y qué complicado era mantenerme normal! me volvía más loca, más estúpida, las palabras nacían y salían solas, parecían como las babosas que vomitaba Ronald Weasley... Era todo muy confuso, pero terriblemente increíble.
Maldita manía la mía de unirlo todo, y que me parezca que todo tiene relación. 

Tengo el corazón enfermo, ya se curará. 

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