Más de una vez, hemos tenido ese miedo a caernos del pedestal donde alguien que fue, o es, importante para nosotros, nos tiene.
Muchas veces nos hemos mantenido arriba, cuando deberíamos habernos caído al insante...
Y otras tantas veces... por tonterías, por comentarios, o por gritos desde algún lugar, por un asentimiento, o por una palabra, caemos, nos precipitamos al vacío.
No me lo esperaba. Para nada.
Y lo peor, es cuando hasta el pedestal cae contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario