miércoles, 11 de diciembre de 2013

El sueño ya se huele en el aire frío de la navidad

Hoy cae. Todo cae como mantas para olvidarse del frío, pero hoy son de agua cristalina. Caen todas las cosas, que un día hicieron de mí blancos dientes relucientes, como bocas cerradas de humo falaz. 

Pequeñas manchas han caído en mis alas, machas de colores armónicos, preciosas y perfectas manchas desiguales , que dan color a mi blanco vuelo sobre el negro océano. No pesan, no me tiran abajo. Por qué llamarlas manchas , y no adornos? 

El aire que no viene a contracorriente, ya crea ondulaciones de colores rojos y verdes, granates y dorados. Se acercan los renos de roja nariz, que dirigen un enorme trineo cargado con pequeñas bolsitas de nombres y colores. Pasan por mi lado, y flotando, como en un sueño, el trineo para a mi vera. Dejan sobre mis plumas una caja pequeña, muy pequeña, me da calor y cierro los ojos para disfrutar de la calidez.

Al abrirlos, un banco aguanta mi peso, a mi alrededor no queda rastro de la pequeña caja, miro al cielo y un señor gordo vestido de rojo me guiña un ojo mientras no decae su vuelo, y en un destello ya no lo veo. Me lo tomo como un " Feliz Navidad". Aún no son las fechas, pero parece ser que mi regalo se ha adelantado.

¿Qué será? si no pedí nada... Miro al suelo, y mis zapatillas negras con líneas rosas adornan mis pies, ya han cumplido un año, y siguen estando preciosas. Hace frío, no demasiado. Pequeñas manchas oscurecen el suelo, intento mirar hacia arriba pero las gotas no me dejan, cada vez caen con mas fuerza.

Ya lo comprendo. Empiezo a sonreír y reírme a carcajada limpia.

Maldito gordinflón rojo, tú que conoces mis deseos más recónditos, querías devolverme la sonrisa de aquel día, verdad? Con comedia me tomo el regalo. Maldito gordinflón rojo que pretendes hacerme sentir viva disfrutando de los momentos más enormes.

Qué cabrón pareces ahora. Lo recuerdo como si fuera ayer ,cuando mis ojos iluminados y pequeños te buscaban por el cielo porque mis primos mayores decían verte, y yo no era capaz de encontrare. Con el paso de los años me enfadé y me reí de mí misma al darme cuenta de que se estaban metiendo conmigo, pero resultó que no era así, y ahora lo entiendo todo... Apareces cuando algo falta, y yo de pequeña no necesitaba nada, porque gracias a lo ignorancia no conocía nada que necesitar, por eso mis ojos no te percibían, y quizás fuera más feliz sin verte que viéndote en tu trineo, porque en los años siguientes te esperaría, y preferías mi ilusión de verte, que de esperarte cargado con muñecas, barbies, juegos de cocinitas... Como se va complicando eso de ser feliz con el paso de los años, verdad?

Jodido cabrón, que apagando los amargos gritos de furia que desgarran imposibles con palabras inquietantes, me obsequias con mezclas de sueños dulces y recuerdos cálidos.

Viejo de larga barba blanca, y rojo traje ceñido... Ya en la realidad vuelas, y contigo traes lo que más se anhela, lo que más se quiere, lo que más te duele.

Feliz Navidad.

Camy.

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