Era tarde. Muy tarde. 30 malditos minutos para que el tren saliera! y yo sentada en un bar de debajo de mi casa,en la otra punta de la ciudad, tomándome un café. Cómo pudo pasar así de rápido el tiempo?! Cómo me volaron así las horas? .. Decidí que lo mejor opción no era pararme a preguntarme el por qué de mi despiste, sino que mejor sería levantarme, pagar, y salir por patas de aquel bar.
Corriendo como una loca desenfrenada, subí la calle cuesta arriba que me llevaba desde el bar hasta mi casa.
Una vez estando en el portal , cogí las llaves, abrí la puerta. El ascensor en el piso 13. "bah, qué serán 10 pisos? nada" pensé. Así que me propuse poner en práctica las clases de spinning a las que siempre quise ir, y nunca fui.
Como consecuencia, los músculos de las piernas me ardían al llegar arriba, pero no había tiempo que perder! Con el pulso de una anciana conseguí a la quinta vez, meter la llave en su sitio, y de esa forma abrir la puerta.
Lo que a continuación pasó, pasó en un abrir y cerrar de ojos. Crucé el pasillo, directa a la habitación. Maleta. Pasajes. Bufanda. Llaves del coche. Llaves de casa. 18min para que el tren saliera. Me tomé unos 10 segundo para mirar por la ventana.. qué bonito era todo aquello; esos árboles verdes, altos y esbeltos, que de mi se reían. Esas calles de asfalto, con miles de luces yentes y vinientes, con miles de caras desconocidas, ojos cansados, y sonrisas dormidas. Esas nubes que ya se escondían entre las tan enormes, pero tan pequeñas montañas, que desde mi punto de vista parecían, canicas. Canicas cargadas de recuerdos, como las que perdió el tío Tootles, que aparece en Hook, la película en carne y hueso de Peter pan, en la que éste se queda en el mundo real, crece y tiene hijos... Y con un suspiro, bajé del mundo nebuloso. Me giré devolviendo la vista al interior del piso. Todo en orden. "Oh no, espera un momento... y cómo narices hago yo para traer el coche de vuelta a casa?" Y sobre mi mente, como un rayo, cayó un nombre.
Piip, Piip, Piip, " Vamos, vamos, coge el teléfono"
- Si?
- Chiquillo! Dónde andas?
- Hombre, señorita, por qué me llamas, no te es más cómodo el whatsapp?
- Urgencia! Dónde estas?
- En casa, por?
- Voy a la estación ahora...
- Ahora?! pero no deberías estar allí? - Dijo cortando mi introducción a la petición.
- Ay! por favor, no me agobies más! Escúchame, voy con el coche, crees que podrías acercarte a que te de las llaves, y me lo traes a casa? Y de paso, a poder ser, podrías coger el hueso de goma de Gentelman (mi perro), que le encanta y se me olvidó llevártelo! ah.. y yo de ti lo cogería, sino probablemente por las noches entre ladridos-sollozos no te deje dormir!
- jajajaja deja de enrollarte anda! Voy a la estación, suerte tienes de que viva al lado! y tu corre!!
- Muchísimas gracias, te lo compensaré.
- jajajaj cuántas veces habré escuchado ya eso?
- menos de las que lo he escuchado yo! jajaa
- quieres colgar mongola? Apura!
Ya en el ascensor. 15 minutos para que salga el tren.
Todo en el maletero. Todo en calma. Bien, bien.
14 min, por la gran avenida.
13 min, por la fuente de los patos.
12 min, jodidos semáforos en rojo.
11 min, túnel de los cipreses.
10 min, puente de los suspiros.
9 min, calle del coral.
8 min, señora vamos! dese prisa en cruzar la calle.
7 min, más semáforos en rojo! Olé.
6 min, miles de rotondas mareantes. Deberían plantearse seriamente el cambiar el camino, o remodelar algo, esto es un mareo, por muy acostumbrada que esté.
5 min, a 5 calles de la estación.
3 min, ves? que bien va todo cuando los semáforos son el color de la esperanza!
Aparcado! Maleta en mano. Bufanda estrangulando. Ahí esta el señorito! con Gentelman ( cabe nombrar que es una de esas personas que nunca falla, y con el que es imposible no reírse. Así a grandes rasgos.).
- Toma las llaves, y muchisimas gracias - logré vocalizar entre los dos besos que le daba en las mejillas.
- Qué haces aquí todavía? Corre! Y cuídate! No tardes en volver.
- Hasta luego - Grité con fuerza mirando atrás, mientras corría hacía delante.
1min. Ya dentro de la estación. Pasajes en mano. Ahí está el tren.
Ya en la puerta de entrada para subir a el. " Eh un momento!" Miré hacia atrás. " Por qué narices habré pedido un café en el bar, cuando no me gusta!???" Volví a mirar hacia delante. El tren ya había cerrado las puertas, y al instante arrancó. Me quedé en la estación mirando como se iba. " Bueno.. al menos ya sé todo lo que soy capaz de hacer en 30 min, y ese tren era feo. "
Cuántas veces habré perdido oportunidades, sólo por pararme unos segundos más a pensar en tonterías. Por no ver lo que de verdad vale. Por seguir pajareando. Y cuántas más perderé?
Pero.. y cuando para ganar hay que perder?
Ay! incierto futuro, delicado tiempo, brumoso sin saber, estúpida realidad, y malditas alas blancas que revolotean por do quier en mi ser.. Por qué será que no puedo estar más enamorada de ti?
Respiro, no? Puedo sentir? Puedo sobrevivir? Puedo imaginar? Puedo volar? .... entonces puedo amar la vida. Y amarla, de verdad. Amarla sabiendo que hay un final. Amarla, sintiendo que sin ella, tan si quiera tendría oportunidades de perder y de ganar. Amarla, tanto, como ella me ama a mí, obsequiándome con todo lo que me da. Amar la vida, por haberte conocido.
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